1.  A quién llevo?  No es fácil decidir sola. Vete con una o dos personas de tu entorno, amigas, hermanas, tu mamá, tu suegra… Pídeles que sean honestas y que apunten los pros y los contras de cada modelo que te pruebes. Pero ten cuidado de no llevar demasiadas personas que más bien te puedan confundir.

 

2.  Zapatos… En el bolso! Lleva zapatos cómodos para afrontar la maratón de ir a las tiendas, y los tacones en el bolso para probarte el vestido. Si ya tienes tus zapatos de novia, mejor aún. Si no, lleva unos con un tacón similar a los que piensas comprar. Son indispensables para ver la caída del vestido y hacer el ruedo.

 

3. Piel Limpia, sin maquillaje Ni base de maquillaje, ni lápiz de labios para evitar manchas.  Incluso ten cuidado con el desdorante de barra, mejor un roll on o aerosol 

 

4. Direcciones y libreta Como te probarás miles de vestidos en varios lugares, corres el riesgo de terminar enredada y confundirlo todo. Apunta en una libreta el nombre de la tienda, el modelo que te has probado y como te ha parecido. Si puedes tomate fotos (en algunos lugares no lo permiten) Ya en tu casa, tendrás las ideas más claras para tomar una decisión.  

 

5. El color   Bajo las luces la tienda, el blanco parece inmaculado. Pero no dudes en salir a la calle a la luz del día para comprobar su tono real y verificar que no es un tono amarillento o un tono de blanco que no te gusta. Existen como 10 tonos de blanco!

 

6. Bailar y correr Hay que saber moverse con un vestido de novia. Practica algunos pasos de baile y camina por la tienda… El vestido que elijas debe de ser cómodo y hacerte sentir libre. Debes considerar que todos los ojos se posarán en ti cuando desfiles en la Iglesia, por lo que sería una pena que no puedas caminar tranquila y con seguridad por miedo a romper el vestido o porque no puedes respirar.

 

7. Piensa en las fotos Con tanta prueba puedes confundirte y terminar eligiendo el vestido erróneo. Para no hacerte un lio y tener las ideas claras y no terminar comprando un vestido con plumas verdes, imagínate qué es lo que te gustaría ver en las fotos de boda, que serán tu recuerdo por siempre.

 

8. Lo más importante, acéptate a ti misma! NO compres un vestido pensando en que vas a hacer dieta y perderás esos kilos de más. Cómprate un vestido de TU talla, y si adelgazas antes de la boda (la dieta, el estrés, etc) es más fácil arreglar un vestido grande que uno pequeño. La prueba final deberás hacerla unos 15 días antes de la boda.